La vitamina E (Tocoferol), derivada principalmente de aceites vegetales, es conocida por sus potentes propiedades antioxidantes, siendo una de las principales defensoras de la piel frente al daño ambiental. Este ingrediente, que forma el 96% del sistema antioxidante natural de la piel, absorbe los rayos UV y ayuda a prevenir el daño de los radicales libres inducido por la exposición al sol. Además, actúa como un agente antiinflamatorio, contribuye a la hidratación y reduce el daño relacionado con la contaminación. Con evidencia preliminar de que puede prevenir cicatrices y disminuir los signos del envejecimiento, la vitamina E se presenta como un componente clave en el cuidado de la piel, promoviendo una apariencia más saludable y protegida.